Descripción
Además de un gran periodista, Ricardo Lombardo fue un excepcional dirigente, con un profundo conocimiento de la materia futbolística. Testigo, a los trece años, de la consagración de los uruguayos en el primer Campeonato Mundial de Fútbol, su estrecho contacto con los futbolistas que forjaron esa hazaña y las de los Juegos Olímpicos en 1924 y 1928, le permiten reconstruir en estas páginas los aspectos más importantes de aquellas conquistas y sus antecedentes.