Descripción
Esposa cómplice, madre atenta, pilar del mundo que rodeaba a Saravia, doña Cándida fue una mujer fuerte, decidida, de convicciones claras y ternura infinita. Pero también fue la mujer que no titubeó en tomar las riendas de El Cordobés en los tiempos de guerra y manejar con mano segura los negocios familiares. Sin su apoyo incondicional y su trabajo, Aparicio no habría logrado llevar a cabo su hazaña patriótica. Ella significaba en la vida del caudillo la estabilidad, el amor y el sereno remanso imprescindible tras la batalla.